
Cuando hablamos de las emisiones de agentes contaminantes, tendemos a enfocarnos en actividades productivas, sobre todo industriales. No obstante, solemos no dar la debida importancia a la incidencia de los conflictos armados y las guerras en el medio ambiente. El hecho es que, en este tipo de eventos bélicos, no se pierden únicamente vidas humanas. También los ecosistemas, su fauna y su flora, y los recursos naturales sufren las consecuencias. Aquí hablaremos un poco más sobre cómo las guerras vienen contaminando sistemáticamente el medio ambiente.
El impacto de los conflictos armados en el medio ambiente
Por donde pasan, las guerras dejan un rastro de muerte y violencia contra todas las formas de vida existentes en la naturaleza. Durante los conflictos armados, el medio ambiente experimenta una acelerada degradación y las posibles estrategias de gestión ambiental se ven interrumpidas.
Los daños generados incluyen la contaminación de las aguas y el envenenamiento del suelo. Hechos producidos, en numerosas ocasiones, de forma intencional, para generar una ventaja competitiva en relación al enemigo. Aunque también puedan ocurrir como resultado de la mala gestión de residuos contaminantes o peligrosos, como combustibles y elementos propiamente bélicos.
Los incendios
También hay que mencionar los incendios en cultivos y áreas naturales, así como la tala indiscriminada de árboles. Ello conlleva no solo a la depredación de bosques y otros ecosistemas, sino también a una intensa emisión de gases contaminantes en la atmósfera. Sin olvidar que la pérdida de campos productivos y del ganado debilita la economía rural y las fuentes de ingresos de los ciudadanos.
Algunos de los impactos ambientales más memorables (y vergonzosos) han ocurrido durante la Guerra del Vietnam. Durante casi 10 años, el ejército estadunidense estuvo rociando millones de litros de incontables exfoliantes y herbicidas en el sur de Vietnam. Lo que conllevó a la devastación deliberada de numerosos bosques y áreas productivas. Además de exponer la población local y los seres vivos de este entorno a una elevadísima concentración de sustancias químicas peligrosas.
La relación directa entre las guerras y los recursos naturales
Se han producido conflictos armados en más de 60% de los puntos con mayor biodiversidad de nuestro planeta. Casi la mitad de estos conflictos estuvieron relacionados con recursos naturales de alto valor en el mercado (metales preciosos, petróleo, madera, diamantes). Y otra significativa parte, con recursos escasos por diferentes motivos, como el agua y la tierra fértil.
Por ello, se considera que, en las regiones con gran oferta de recursos naturales, hay más probabilidades de iniciarse o recaerse en un conflicto armado. Desde 2001, la ONU ha designado una fecha especial, el 6 de noviembre, como el Día Internacional para la Prevención de la Explotación del Medio Ambiente en la Guerra y el Conflicto Armado.
Esta iniciativa enfatiza la misión de concienciar la población mundial, incluso los líderes y gobernantes, sobre el impacto devastador de las guerras en el medio ambiente y la vida humana. Además de este tipo de acciones y de campañas, todos deberíamos reflexionar en qué medida podemos contribuir en nuestro día a día con el medio ambiente.
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