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Cuatecomate: comida prehispánica en el Pueblo Mágico de Tepoztlán



¿Te has imaginado pasar tus próximas vacaciones en una zona hidro-térmica, donde además de disfrutar de aguas termales y parajes boscosos entre montañas, es posible admirar el maravilloso espectáculo del arribo de la mariposa monarca? Aquí te la presentamos.


Cuando uno piensa en dónde pasará sus vacaciones, es más común imaginarse lugares como la playa, pero qué tal optar por una zona hidro-térmica, donde además de disfrutar de aguas termales y parajes boscosos entre montañas, es posible gozar del maravilloso espectáculo del arribo de las mariposas monarca.


En nuestro país se encuentra una de las tres zonas hidro-térmicas más importantes en el mundo. Ubicada al norte de Michoacán y compuesta por numerosos manantiales es un excelente escape para disfrutar de aguas termales y parajes boscosos.


Para llegar, tomamos la carretera federal México-Morelia. Pasando Maravatío, nos desviamos hacia Los Azufres (en total 244 kilómetros desde la Ciudad de México). Si va desde Morelia, son tan sólo 92 kilómetros.


Conforme avanzamos, nos adentramos en la zona de bosques conocida como Los Azufres, una de las regiones más hermosas de Michoacán, en ella nacen gran cantidad de manantiales de aguas termales con un alto contenido de sales y minerales a temperaturas que oscilan entre los 21°C y 82°C. De hecho, una de las cosas más sorprendentes del paisaje es ver cómo se forman las nubes al pie de la montaña, esto se debe a las expulsiones de vapor que salen de las plantas termoeléctricas, es simplemente un paisaje único que vale la pena presenciar.


Paso saludable # 1: Almuerzo en el campo


Muy cerca de ahí está Laguna Larga, un excelente paraje para tomar un refrigerio, estirar las piernas, respirar profundamente para llenar los pulmones de aire puro y continuar el viaje.


Paso saludable # 2: Hospedarse entre pinos y oyameles


Llegando a la punta de la montaña, a 2,400 msnm, hallamos un pequeño valle donde entre pinos, encinos, abetos y oyameles se ubica el lugar que escogimos para nuestra estancia: Cabañas Eréndira. De sus tierras surgen tres manantiales de aguas termales mineralizadas con propiedades terapéuticas que, según los expertos, es el mejor secreto para mantener la salud (y la belleza).


Cuenta con cabañas perfectamente equipadas, sobresale la chimenea, ideal para pasar una noche junto al fuego en compañía de la familia, la pareja o los amigos.


Paso saludable # 3: Elevar temperatura corporal


Ya entrada la noche, una de las experiencias más singulares fue sumergirnos en las albercas de aguas termales. En el exterior contábamos con un cielo repleto de estrellas y una temperatura que a duras penas rebasaba los 5°C. El ritual en Eréndira consiste en sumergirte en cada una de las albercas de manera gradual, empezando con la de 20°, siguiendo con la de 30°, para terminar en la pequeña poza de 45°, donde no se debe pasar más de 15 minutos; al salir de esta última, exhalábamos vapor por todos nuestros poros y antes de llegar a sentir el frío de la noche, ya estábamos cómodamente instalados frente a la chimenea. Dormimos como nunca.


Paso saludable # 4: Encontrar a las mariposas


A la mañana siguiente, después de un rico desayuno de típicas corundas, café de olla y buñuelos recién hechos, salimos en búsqueda de las monarca.


Existen dos santuarios a los que se tiene un fácil acceso desde Cabañas Eréndira, nosotros nos decidimos por El Rosario, en la comunidad de Ocampo. Para llegar se bordea Ciudad Hidalgo y se toma la desviación hacia Angangueo. La zona está muy bien adaptada, existen varios estacionamientos de fácil acceso. Con bastón en mano, nos decidimos a subir la montaña, no hay por qué estar nerviosos de lo difícil que pueda parecer esto, la verdad es que ya tienen todo muy bien montado para que uno pueda pasar un día inolvidable.


Estábamos un poco temerosos porque el clima no nos favorecía, hacía frío y no salía el sol, lo que puede significar que las mariposas estén dormitando inmóviles, agrupadas en los árboles. Al llegar a la cima todo cambió, las nubes se disiparon, brilló el sol y mágicamente las mariposas empezaron a revolotear por todo el cielo en un espectáculo maravilloso.


Dentro de la zona encontramos buena comida, a precios muy razonables, y pudimos disfrutar de platillos y bebidas típicas, como el atole de zarzamora.


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