
La marca española Wodibow, que fabrica juguetes de diseño 100% ecológicos, ha lanzado su nueva colección 'Green Riders', hecha de madera y sin plástico, con el objetivo de concienciar a los más pequeños sobre la importancia de cuidar el medio ambiente, sin dejar de lado la diversión.
"Los juguetes ecológicos no tienen que gustar solo a los padres, que es lo que suele ocurrir", indica Pablo Saracho, su creador. "Queremos que los niños vivan como una aventura apasionante el salvar el planeta", insiste.
Saracho es de formación director de arte y se dedicó al diseño y la creatividad más de 25 años, hasta que en 2014 decidió crear Wodibow para combinar la dedicación artesanal con la capacidad resolutiva de la tecnología, que permite llevar un material sencillo y noble como es la madera a piezas de alta precisión."Todos nuestros juguetes están realizados con materiales cien por cien naturales y están libres de plástico", apunta.
"Los juguetes han evolucionado mucho durante los últimos años, sin embargo, todavía queda mucho camino por recorrer a la hora de ofrecer a los niños juguetes con los cuales potencien su lado más creativo", recuerda el responsable. "Fomentar la creatividad desde edades tempranas es tan importante como concienciar sobre la importancia de cuidar y respetar el medioambiente, por ello, desde Wodibow hemos querido unir ambos conceptos para hacer que los niños vivan verdaderas aventuras a través de juguetes ecológicos con los que poder divertirse a la vez que desarrollan toda su creatividad", señala Saracho.
Salvar el planeta
La conciencia medioambiental no es aburrida. Salvar al planeta requiere de valentía, agilidad y lo último en tecnología ecológica. Esto es lo que quiere transmitir la nueva colección de Wodibow.
La colección cuenta con cinco vehículos que simulan en madera todos los tipos de movilidad sostenible: coche, moto, velero, helicóptero y submarino y todos ellos incluyen a uno o dos pilotos a bordo del vehículo. Una vuelta de tuerca a los juguetes clásicos que solo necesitan de la imaginación para funcionar. Y, como ocurre con el resto de los juguetes fabricados por la compañía, toda la colección está producida de forma sostenible, con pintura libre de tóxicos y es apta para niños a partir de 3 años.
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