La pata de elefante es una planta maravillosa que al igual que los cactus crea su propio depósito de agua dentro del tronco.

La antes conocida como Nolina recurvata, también llamada pata de elefante, ha sido recientemente clasificada en el género Beaucarnea. Son unas plantas muy llamativas por su porte escultural, por lo que están muy valoradas como plantas ornamentales en jardinería y decoración, pues aunque crece mucho mejor y con más altura en el exterior también se puede tener en el interior, aunque solo si este es espacioso.
En estado salvaje puede llegar a alcanzar alturas de hasta 10 metros, pero cuando se planta en maceta es raro que supere el metro o metro y medio, aunque con esta altura en un interior se considera una de las plantas de interior altas y, de hecho, es muy usada como planta decorativa. Su rasgo más característico es que tiene pocas ramas y que su tronco que se ensancha en la base de forma muy llamativa para dar espacio a las reservas de agua de la planta, otorgando así a la planta pata de elefante su forma tan peculiar y por la que se le otorga este nombre. Sus hojas son finas y largas, cayendo hacia el suelo con cierta curvatura, y son de un color verde intenso muy bonito. La planta puede llegar a dar pequeñas flores de colores claros, aunque tarda bastantes años en hacerlo, en torno a 10 años.
El clima natural de esta planta es el desierto, así que no es difícil imaginar que se trata de una especie que agradece recibir mucha luz. Puede tolerar ubicaciones en que no reciba luz directa, por lo que se usa como planta de interior, pero la salud de tu planta será mucho mejor si la ubicas junto a alguna ventana muy luminosa. El exceso de riego es uno de los grandes puntos débiles de la mayoría de suculentas. Estas plantas no están preparadas para recibir grandes aportes de agua, por lo que exponerlas a humedades muy altas hará que sus raíces y tallo se pudran y la planta enferme o muera. Para asegurarte de que no la riegas en exceso, comprueba que tiene un buen drenaje y espera a que la capa superior de su sustrato se haya secado antes de volver a regarla.
La pata de elefante puede reproducirse tanto por semillas como por retoños. Lo bueno de hacerlo por retoños, además de la gran cantidad de tiempo que se ahorra, es que nos aseguramos de que la nueva planta será igual que la planta madre. Para reproducirla con este método simplemente hay que separar los retoños o hijuelos que la planta madre forma en la base del tronco, como ocurre con muchas otras plantas suculentas.
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