Un estilo de vida saludable, disciplina y pleno convencimiento de que un pequeño esfuerzo genera un gran cambio son básicos en la lucha contra el cambio climático, señaló el Dr. Alfonso Cuevas Jiménez, catedrático de la Universidad Marista de la especialidad de Administración de recursos naturales, durante la primera sesión del diplomado “Salvaguardar el medio ambiente” del Centro de Caridad SFA (San Francisco de Asís), conmemorando los cinco años de la encíclica “Laudato Sí” durante la conferencia “Cambio climático y eco-tecnologías. nuevos estilos de vida”.
Alrededor de 50 personas participaron anteanoche en este diplomado, el cual se estará impartiendo por la plataforma Zoom durante cuatro sesiones todos los miércoles de octubre de 8 a 9 de la noche.
El Dr. Cuevas Jiménez explicó que el cambio climático ha sido una constante cíclica desde hace cientos de miles de años, donde han intervenido factores físicos y químicos no solo en la Tierra sino también en el universo: el Sol ha experimentado diversos comportamientos, los océanos, las placas tectónicas y los ecosistemas han propiciado variaciones en las temperaturas dentro de una constante sistemática; a un periodo de altas temperaturas le ha continuado uno de temperaturas bajas.
Sin embargo, el factor humano y sus actividades ha sido determinante en estos procesos, acelerándolos, haciéndolos no solo más frecuentes sino devastadores.
Además, la generación de CO2 que se producía de forma natural se ha visto incrementada de forma desproporcionada por las actividades industriales y de deforestación llevadas al cabo por el hombre.
“El consumo excesivo y la contaminación de aire, tierra y agua está provocando condiciones poco favorables para una recuperación de las condiciones ambientales y climatológicas, menos hielo en el Ártico eleva el nivel del mar, los océanos son cada vez menos fríos y eso favorece el desarrollo de eventos ciclónicos cada vez más potentes y recurrentes”, indicó.
Alertó que las variaciones de temperatura de hasta tres grados sobre el promedio supondría un escenario catastrófico para la agricultura, la ganadería y para los núcleos urbanos.
El ponente propuso el uso de energías limpias, la adecuada disposición de los residuos, la cultura del reciclaje y normas más estrictas para disminuir los gases de efecto invernadero.
“En lo individual cada persona es responsable de generar por sí misma un cambio mediante la implementación de diversas acciones, un consumo moderado, evitar el desperdicio de energía, utilizar baterías recargables, fomentar el reciclaje y la reutilización de materiales, una disposición más adecuada de la basura que se genera en el hogar, disminuir el uso del automóvil, utilizar la bicicleta o el transporte urbano, sembrar árboles y cuidar áreas verdes”, aconsejó Cuevas Jiménez.— Emanuel Rincón Becerra
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