El compromiso 75 del presidente López Obrador fue “no recurrir a métodos de extracción
que afecten la naturaleza”, concretamente se refirió al fracking, la extracción de los hidrocarburos requiere la utilización de la fracturación hidráulica y genera la contaminación de las fuentes de agua, así como la emisión de gas metano.
Aunque el presidente insiste en que este método ya no se usa, los números muestran lo contrario, pues su gobierno ha contemplado recursos e implementado proyectos con este tipo de extracción.
En la propuesta de presupuesto para 2021, el gobierno contempla dos proyectos de exploración y producción de Pemex que implican uso de fracking.
Se trata del proyecto “Aceite Terciario del Golfo”, para el cual se contemplan 4,593 millones 403 mil 882 pesos.
El proyecto se ubica en Veracruz y Puebla, e implica “29 campos productivos de aceite y gas”, dividido en ocho sectores.
El segundo es “Aceite y Gas en Lutitas”, con un monto de 2 millones 399 mil 928 pesos, y abarca extracción en Tamaulipas, Veracruz y Chihuahua.
Y no solo eso. El mismo presupuesto y el plan de negocios de Pemex contemplan los flujos e inversiones para 2022, donde se plantea el uso de 14 mil millones de pesos para el proyecto de gas y aceite en lutitas.
La prioridad del gobierno se ha enfocado también en otros proyectos basados en el uso de combustibles fósiles, como la refinería de Dos Bocas, en Tabasco, a la cual busca destinar 45 mil 50 millones de pesos.
De acuerdo con Beatriz Olivera, especialista en temas energéticos, desarrollo sustentable e industrias extractivas, se trata de la inversión más grande con el uso de fracking en los últimos años.
“Aceite y gas en lutitas es un proyecto que va a terminar en 2022,está planeado así… y no sabemos si es para pasar a una etapa de producción, o para qué. Más allá de la retórica hay que ver los números”, explica en entrevista.
Para Olivera, quien se desempeña como Investigadora en industrias extractivas para Fundar, este tipo de propuestas evidencian que el gobierno actual no tiene una prioridad por el cuidado del medio ambiente.
“El presidente tiene una predilección por el uso del petróleo, por el fortalecimiento de Pemex, pero sí había la esperanza de que una vez llegando a la Presidencia hubiera un mayor compromiso con otro tipo de agendas”, dice la especialista.
La prioridad del gobierno se ha enfocado también en otros proyectos basados en el uso de combustibles fósiles, como la refinería de Dos Bocas, en Tabasco, a la cual busca destinar 45 mil 50 millones de pesos.
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