El T-MEC y su Acuerdo sobre Medio Ambiente. El Tratado de Libre Comercio México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC) entró en vigor el día de ayer, 1 de julio.
El Tratado de Libre Comercio México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC) entró en vigor el día de ayer, 1 de julio, después de que el 30 de noviembre y los días 11 y 18 de diciembre de 2018, los tres países signantes lo ratificaron. En su adhesión se incluye el Acuerdo en Materia de Cooperación Ambiental (ECA por sus siglas en inglés), en sustitución al Acuerdo de Cooperación Ambiental de América del Norte (ACAAN) que fue firmado también por los tres socios comerciales en 1993 de manera paralela al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Este importante Acuerdo en Materia de Cooperación Ambiental, entrelazado con el tema comercial entre México, Estados Unidos y Canadá, tiene por objetivo reforzar y asegurar el cumplimiento del marco jurídico que nos norme en el tema de la cooperación ambiental a nivel internacional, trilateral, nacional y local. Busca también modernizar y mejorar la efectividad de la cooperación entre los tres países para conservar, proteger y mejorar el medio ambiente; promover la participación pública en el desarrollo de leyes, procedimientos, políticas públicas y prácticas ambientales que protejan la naturaleza, así como ordenar la vigilancia de su cumplimiento.
Recordemos que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece en su artículo 76 que es facultad exclusiva del Senado de la República “[…] aprobar los tratados internacionales y convenciones diplomáticas que el Ejecutivo Federal suscriba, así como su decisión de terminar, denunciar, suspender, modificar, enmendar, retirar reservas y formular declaraciones interpretativas sobre los mismos”. Derivado de ello, en la Ley sobre la Celebración de Tratados, del 2 de enero de 1992, en su artículo 4 se asienta que: “Los tratados que se sometan al Senado en función del artículo 76 de la Constitución se turnarán a comisión en los términos de la Ley Orgánica del Congreso General, para la formulación del dictamen que corresponda. La resolución se comunicará al Presidente de la República.
Los tratados para ser obligatorios en el territorio nacional deberán haber sido publicados previamente en el Diario Oficial de la Federación.” De este modo, con 95 votos a favor y uno en contra, el Senado de la República aprobó el pasado 29 de junio el Acuerdo en Materia de Cooperación Ambiental del T-MEC así como cinco leyes secundarias de armonización con el T-MEC, que siguieron el proceso parlamentario para su publicación en el Diario Oficial de la Federación. En ese contexto, el presidente de la Comisión del Medio Ambiente y miembro del Partido Verde Ecologista de México, Raúl Bolaños Cué, expresó que con esta acción: “Los legisladores están poniendo al medio ambiente en la agenda prioritaria del país”.
Con la aprobación de este instrumento, México al igual que sus contrapartes, se comprometen a través de 32 artículos y 2 anexos, entre otras medidas, a:
▪ Contar con procedimientos apropiados para evaluar el impacto ambiental de los proyectos propuestos por el Ejecutivo que pudieran causar efectos negativos al medio ambiente; ▪ Reducir la contaminación del aire nacional y transfronterizo, y controlar sus contaminantes; ▪ Proteger la capa de ozono a través de medidas que controlen la producción, consumo y comercio de sustancias que agoten y modifiquen la capa de ozono; ▪ Fortalecer las capacidades para responder a desastres ambientales, emergencias ambientales y accidentes meteorológicos extremos; ▪ Diseñar e implementar leyes y políticas públicas con altos niveles de protección ambiental; ▪ Evitar y reducir la contaminación en el medio marino, incluida la producida por buques; ▪ Proteger y manejar de manera sustentable la flora y fauna silvestres, así como sus hábitats y áreas naturales, marinas, costeras y terrestres, y combatir el tráfico de vida silvestre; ▪ Conservar de manera sustentable los bosques, incluidas su degradación y deforestación; ▪ Conminar a la responsabilidad social corporativa y a la conducta empresarial responsable; ▪ Fomentar la conservación y el uso sustentable de la diversidad biológica. De manera muy especial destaco un tema que nos debe interesar frente a los cambios en tecnologías y energéticos que plantea el futuro de la humanidad. El ECA establece el compromiso de los tres gobiernos signantes de promover la eficiencia energética, el desarrollo de tecnologías rentables y de bajas emisiones, el uso de todas las fuentes de energía, limpias y eficientes, que contribuyan a la seguridad energética y el uso de transporte sustentable, así como el constante intercambio de información y experiencias respecto de estos asuntos.
Me congratula saber que el marco jurídico que hoy norma nuestra convivencia no permitirá que de manera arbitraria ningún servidor público pueda a título particular, independientemente de la alta investidura que tenga, ordenar la publicación de algún decreto en el Diario Oficial que pretenda asumir el control de todas fuentes de generación de energía, y también por el mismo medio pretenda acabar de golpe con las inversiones en energías limpias en nuestro país; resulta evidente que si se encuentran anomalías se deban sancionar, eso representa la autoridad.
Lamento profundamente que esta situación se haya presentado en nuestro país en plenas discusiones sobre el Acuerdo de Cooperación Ambiental; me felicito de que a partir de su entrada en vigor no puedan ser frenadas las inversiones en tecnologías verdes y limpias, y que el Estado mexicano no pueda volver a su posición monopólica al asumir el total control del sistema energético cuando los hechos nos demuestran que es imposible que cuente con los recursos necesarios para mantener el crecimiento sustentable, oportuno y fiable de generación energética que requiere el México de hoy.
México no puede detener el reloj de la historia, los cambios tecnológicos amenazan con llegar como una avalancha, para ello debemos prepararnos. Hoy vivimos una situación emergente provocada por una pandemia inesperada, también padecemos algunas decisiones erráticas que de ninguna manera benefician al futuro de nuestra gran nación, pero también estamos dispuestos con todo a apoyar en el crecimiento sustentable de México.
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