Te contamos sobre el zopolite, ave que tiene mala fama por ser carroñera pero cuya función ayuda a mantener el equilibrio ecológico en su hábitat.
Todos hemos oído hablar del zopilote, esa ave de gran tamaño que es famosa por alimentarse de los restos mortecinos de otros animales. Es conocido bajo varios nombres, tales como como buitre, curumo, zamuro o zopilote negro.
Actualmente es la única especie del género Coragyps. La Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (CONABIO) considera a este animal dentro del orden de la familia de los Cathartiformes.
Su nombre común, buitre, proviene del griego vultur que significa “destrozador”. Mientras que su nombre mexicano, zopilote, proviene de la voz náhuatl tzopilotl, donde tzotl significa inmundicia y pilotl colgar, haciendo referencia a que al volar llevan colgando de sus garras la carroña.
Debido a su naturaleza carroñera, se le puede avistar principalmente en los basureros. Aunque también suele cazar pequeñas presas o animales recién nacidos o débiles. Debido a su capacidad de consumir animales muertos, fungen como purificadores de los campos, con lo cual eliminan la contaminación que provocan los restos orgánicos.
Características del zopilote
Su cuerpo puede medir hasta 74 cm, posee plumaje negro con cuello y cabeza calvas, pico con forma de gancho. Aunque silencioso, el zopilote suele ser sociable con otros ejemplares. A diferencia de otras aves, carece de siringe, por lo que sólo puede producir ligeros gruñidos. Su hábitat se extiende desde el sur de Estados Unidos, hasta el Sur de América. En México se ha conservado en casi todo el país, salvo Baja California Sur
Reproducción y alimentación
Para lograr encontrar su alimento, los zopilotes se elevan a altas alturas, desde donde buscan cadáveres o presas para luego sobrevolarlas en círculos. Sin embargo, su mayor aliado a la hora de encontrar carroña es su olfato, para ello descienden y vuelan a ras de suelo buscando el olor desprendido por los animales muertos.
La reproducción del zopilote varía según la latitud en que habite. Suelen dejar sus huevos en huecos de árboles, en el suelo o en cavidades. Aunque no suelen hacer nidos, gustan de decorar sus lugares de reposos con objetos de colores brillantes. Lo regular es que pongan dos huevos, pero puede varias de uno a tres. El huevo puede medir hasta 7.5 centímetros, tener colores azul, verde o lavanda. Ambos padres incuban los huevos durante un periodo de entre 28 y 41 días.
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