La manzanilla es una planta con florecillas de blancos pétalos, parecidas a las margaritas, que se utiliza sobre todo con fines medicinales y terapéuticos.
La manzanilla es una planta con florecillas de blancos pétalos, parecidas a las margaritas, que se utiliza sobre todo con fines medicinales y terapéuticos. Su nombre se debe a que su aroma recuerda al de una manzana. La variedad de usos que se puede dar a esta hierba la convierte en un remedio natural indispensable. En tés y gotas e incluso tiene cualidades curativas: es calmante, descongestiona las vías respiratorias, desinflama los intestinos y es auxiliar en enfermedades como la gripe y el catarro. Aplicada en compresas, alivia los dolores de cabeza, las úlceras varicosas en las piernas y las inflamaciones e infecciones de los ojos.
En uso externo actúa también como antiinflamatoria, cicatrizante de la piel y mucosas, antiséptica y antineurálgica. En la industria se usa para la elaboración de champús y lociones capilares para aclarar el pelo, en pomadas, cosméticos, toallas femeninas y papel higiénico.
La ingesta de manzanilla (Chamaemelum nobile), aumenta la producción de glicina e hipurato, los cuales actúan como relajantes nerviosos y musculares. Por lo tanto, no sorprende lo extendido de su uso para combatir el estrés, la ansiedad y los síntomas depresivos, sea que se consuma en infusión o en aromaterapia.
Por sus cualidades, posee la capacidad de disminuir las infecciones digestivas y favorecer la flora intestinal. Esta acción en el aparato digestivo es fundamental para el correcto funcionamiento del organismo, por cuanto, en buena medida, el sistema inmunitario radica allí. Por otra parte, sus compuestos fenólicos contribuyen a prevenir infecciones. Además, contiene propiedades que combaten la congestión nasal y disminuye los estados inflamatorios.
Comentários