De los 100 compromisos de gobierno que hizo el presidente Andrés Manuel López Obrador al tomar el cargo, apenas tres tienen relación directa con el medio ambiente y ninguno se está cumpliendo.
Los recortes de recursos a instituciones ambientales en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para 2021, la inacción del gobierno ante la desaparición de especies y la pesca ilegal, así como el freno a la inversión de energías limpias y la preferencia por combustibles fósiles son algunos de los grandes rezagos que expertos y ambientalistas destacan en la política de la actual administración.
Especialistas consultados por Animal Político explican por qué no ven una respuesta seria en el cuidado ambiental en lo que va de la administración.
Gastar menos en medio ambiente, una tendencia que no cambió
Aunque el gobierno plantea dar 54 millones de pesos más a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para 2021, todos sus organismos padecerán recortes que van del 3%, en el caso de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp); del 8.9% al Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC); del 9% para la Procuraduría ambiental (Profepa); y hasta del 11% para la Comisión Nacional Forestal (Conafor).
Para Alejandro Castillo, director asociado de conservación marina y pesca sostenible de Pronatura Noroeste, organización conservacionista con casi 30 años de trayectoria, el presupuesto presentado por el gobierno federal a medio ambiente es decepcionante, principalmente en el que piensa destinar a las 182 Áreas Naturales Protegidas de México.
“El presupuesto que le está asignando a sus áreas protegidas, que se supone que son lo mejor del territorio nacional es del .018%, es nada para una sexta parte del territorio nacional”, dice Castillo en entrevista y recuerda que esta comisión está a cargo de cuidar el 22% del territorio en México.
Anaid García Tobón, investigadora del área de Rendición de Cuentas y Combate a la Corrupción de Fundar, explica que en los últimos años no solo se ha reducido el dinero para la Comisión de Áreas Protegidas, sino que también ha aumentado la cantidad de trabajo debido a que se han declarado más zonas bajo protección de la Conanp.
“El gobierno actual ha mantenido una tendencia que ya se tenía… el incremento de Áreas Naturales Protegidas ha implicado también menos dinero para su cuidado”.
Además del cuidado que implica mantener estas áreas naturales, la especialistas recuerda que algunas de ellas se enfrentan a situaciones más complicadas como la erosión del suelo, afectaciones por el cambio climático, la tala y caza ilegales, así como ser zonas de disputa por grupos del crimen organizado.
Ambos investigadores, junto con organizaciones civiles, realizaron el estudio “Cuidar lo que importa”, un análisis sobre lo que se destina en el presupuesto para cuidar el patrimonio natural.
Además de identificar que el presupuesto por hectárea protegida se ha reducido en 87%, pasando de 74.12 pesos en 2016, a 9.56 pesos en 2020, el estudio también propone dos fuentes de financiamiento que no se han aprovechado.
La primera es el cobro de derechos que se le hace a los visitantes de las áreas naturales y que se dejó de reintegrar a la Conanp, lo que ha hecho que dejen de recibir al menos 76 millones de pesos, desde 2013.
La segunda son las multas e infracciones realizadas por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), pues la poca efectividad para cobrarlas y la ausencia de fondos se han traducido en 1,500 millones de pesos que se dejaron de invertir entre 2011 y 2015.
De acuerdo con los investigadores, en 2019 se dieron unos pasos para regresar parte del dinero a la Conanp, sin embargo no ha sido suficiente.
“La Conanp tiene el rol de involucrar a la gente en el manejo de las áreas naturales, y este apoyo ha sido súper importante porque a veces es la única institución federal presente en las comunidades, sin los recursos necesarios va a ser difícil que pueda jugar ese rol”, lamenta Castillo.
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