De acuerdo con la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), la tuna es “el fruto maduro turgente y dulce”
La tuna es una fruta de la familia de las cactáceas. Tiene cáscara gruesa y espinosa con una pulpa abundante en semillas. Constituye un alimento de gran valor nutritivo, pues aporta vitaminas, minerales y proteínas, es jugosa, saludable y con excelentes propiedades para la digestión debido a la fibra contenida en sus semillas.
Tradicionalmente la Tuna del Nopal se ha usado no solo como alimento, sino también como un poderoso remedio natural para tratar múltiples enfermedades estomacales, resfriados, colesterol alto, además de ser un excelente alimento para diabéticos. Los nativos americanos en México pueden haber utilizado la planta desde hace 12.000 años, utilizándolo para el tratamiento de heridas y dolencias que hasta el día de hoy son utilizadas. La investigación moderna sugiere nuevos e importantes usos medicinales para el nopal principalmente en el tratamiento de la diabetes. Diversos estudios han planteado que la eficacia de la Tuna en la reducción de azúcar en la sangre es su capacidad para unirse con el azúcar en el intestino. Algunos investigadores teorizan que el nopal puede aumentar la capacidad celular para utilizar la insulina, ofreciendo beneficios saludables a las personas diabéticas, así como aquellas con exceso de colesterol.
Las tunas más comunes en nuestro país son la blanca, amarilla y roja, de acuerdo con la Conabio los nombres son: Copena F1, Amarilla diamante, Crisitalina, Amarilla Miquihuana, Copena Torreoja y Amarilla Plátano. Las tunas contienen hasta 90% de agua, el valor nutricional es comparable con la manzana y la naranja, esto debido a su contenido de vitamina C, además son buena fuente de calcio, fósforo y hierro, que contribuyen al buen funcionamiento del cuerpo. Mientras que la tuna ácida, conocida como xoconostle, tiene una maduración más lenta ya que puede durar hasta 6 meses y permanecer por largo tiempo en la planta sin echarse a perder.
México cuenta con 20 mil productores de la tuna, quienes cosechan 48 mil hectáreas y obtienen alrededor de 352 mil toneladas anuales. El mayor volumen de producción se concentra en los estados de México, Zacatecas, Puebla e Hidalgo. La cosecha se realiza en los meses que van de julio a septiembre, principalmente. México exporta tuna a Estados Unidos, Canadá y en menor proporción a Chile, Holanda, Alemania, Bélgica y Francia.
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