El zapote negro es un delicioso fruto que se consumía desde la época prehispánica. Te revelamos sus propiedades curativas y nutricionales.
El zapote negro, cuyo nombre proviene del náhuatl tzapotl y que por los mayas es conocido como tauch, es un fruto de color verde pardo al exterior, mientras que por dentro posee una dulce pulpa color café-negra. Durante la época prehispánica su consumo estuvo ampliamente extendido.
En México, el zapote negro crece en las costas de los estados de Jalisco, Chiapas, Campeche, Veracruz y Yucatán. La temporada de cosecha va desde junio a septiembre y alcanza cerca de 16 mil toneladas.
Debido a su apariencia y color, mucha gente mira con recelo el comer zapote negro, sin embargo, su pulpa es suave como el mousse y muy dulce. En cuanto a sabor, posee notas a caramelo, pero su verdadero atractivo se oculta en sus propiedades nutritivas y medicinales.
El zapote crece en un árbol del mismo nombre, cuya altura puede alcanzar los 20 metros y posee ramas gruesas. Además del uso que se le da como productor del fruto, la madera del árbol de zapote es utilizada para la producción de muebles.
En cuanto a contenido nutricional el fruto del zapote negro es rico en carbohidratos y vitaminas A y C. Dichas vitaminas son grandes auxiliares en la regeneración de la piel y los ojos, así como preventivas ante los resfriados.
En la medicina popular, el zapote es utilizado como un laxante natural suave. Asimismo, ayuda a combatir el insomnio y sus propiedades antibióticas alivian el dolor de garganta.
En la gastronomía mexicana este fruto se emplea principalmente en postres, mezclado con jugo de naranja. Combinado con cacao, es un excelente suplemento alimenticio que aporta energías para un día entero. También puede consumirse en aguas frescas, helados o batidos.
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